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Alguna vez te has preguntado si tu marca personal puede encasillarse en producto. Te has preguntado si necesitas una gran empresa para crear tu propio producto y ponerlo en el mercado. Algunas veces creemos que debemos estudiar bastante para poder llegar a un producto que marque la diferencia en un mercado competitivo, y más aún si hablamos del mercado de los cosméticos.

En esta entrega hablaremos de los retos que supone desarrollar y diseñar un nuevo producto cosmético, además de cuáles son los requerimientos que exigen las entidades sanitarias para poder comercializar un producto en Colombia.

Para empezar debemos entender que diseñar un producto nuevo supone primero escoger un ingrediente innovador que marque la diferencia, y que por encima de todo tenga un efecto comprobable. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que el compuesto que escojamos para darle ese diferencial a nuestro producto debe tener un efecto positivo sobre la piel o el cabello, que sea eficaz y seguro. En las plantas naturales podemos encontrar un sin fin de compuestos que tienen la capacidad de beneficiar el aspecto de la piel. Lo más importante es que en la literatura encontremos que el efecto que tiene la planta que escojamos sea comprobado. Si buscas un efecto anticaspa, lo mínimo que esperamos es que este efecto sea real, y no meramente una declaración que no tiene resultado. Muchas bases de datos y bases de documentación científica se encuentran en internet donde se declara los beneficios que pueden tener las plantas, y en particular sus compuestos fitoquímicos. Las más recomendadas son Nature, NCBI y Scielo en ellas podrás encontrar un sin fin de investigaciones de diversas plantas con potencial medicinal y cosmético.

Luego de que hemos identificado el compuesto y la planta que lo contiene, lo siguiente es preguntarse ¿Cuál es el mejor producto o la mejor forma cosmética de entregar mi producto, puede ser que la mejor forma sea una crema, un champú, una loción, entre muchas otras? Es importante evaluar en este paso que las características del producto deben ser adecuadas para los tipos de piel, si es una piel seca, una piel grasa, o simplemente una piel normal. Además, también es relevante elegir un producto que sea estéticamente agradable y que tenga una percepción sensorial aceptable. Después de determinar esto comienza la parte más divertida, el desarrollo de los prototipos. Muchas pruebas harán de hacerse, no todas las que realices te saldrán bien, ni todas mal. Lo importante es llegar a las características que deseas.

Otra parte crucial es la imagen de tu producto, para ello seleccionar un envase adecuado, y una etiqueta llamativa es vital. La tarea se complica bastante cuando ves en el mercado muchas formas de envasar tu producto, puedes encontrar tipos de material como el vidrio, plásticos, aluminio, entre otros. Lo importante en este punto es escoger un material que sea compatible con nuestro producto final, ya que algunos envases pueden degradar la composición inicial. Lo recomendable es evaluar tu producto en diferentes tipos de materiales hasta encontrar el adecuado; sin embargo, también se debe tener en cuenta que la etiqueta que estemos pensando se adapte a su forma, y es aquí donde nuestra creatividad debe salir a flor de piel y debemos evaluar que imagen, que nombre y que concepto encasilla todo lo que queremos mostrar de nuestro producto. Un consejo es siempre tener claro el tipo de público al cual vamos a llegar, no es lo mismo venderle a los jóvenes que montan bicicleta, que a las mujeres que buscan reducir el número de arrugas presentes en la piel. No queda demás sentarte con diferentes públicos y preguntar que es lo que buscan en un producto.

Cuando ya tienes tu prototipo finalizado, llega la hora de todo lo normativo, para algunos la parte más aburrida; en ella se establece toda la documentación técnica y legal que exige los entes reguladores. Controles de calidad, bondades y un sin número de requisitos que aseguran que tu producto es eficaz y seguro. En esta fase nos tendremos que asegurar que todos los ingredientes que usamos para nuestra receta final no afectan la salud humana. Por tanto, muchas bases de datos en Europa Y estados Unidos nos ayudaran a definir esta parte tan importante. Europa es un excelente referente para encontrar normatividad con respecto a cosméticos, ya que llevan años investigando. Cuando ya la documentación está lista, el ente regulador evaluará la consistencia de la misma y dará el aval para poder comercializar tú producto.

Después de esto el trabajo no termina, ahora debemos asegurarnos de que nuestros productos se fabriquen en un laboratorio que cumpla con toda la normatividad, en Colombia las Buenas Prácticas de Manufactura. Cuando se encuentra un laboratorio adecuado, es hora de producir industrialmente y masificar nuestro producto.

Sabemos y entendemos que todo lo anterior toma tiempo, es por ello, que en Nativa Pharma Colombia, nos encargamos de todo este proceso, sin que te tengas que preocupar por encontrar un producto innovador. Déjanos el trabajo a nosotros, ya que nuestra experiencia en el mercado y en la investigación científica nos dan un criterio confiable para cumplir con tus necesidades.

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